1. Contexto:

Llamamos maquis a lo que fue un conjunto de movimientos guerrilleros opositores al régimen franquista, aunque primeramente se utilizó para reconocer a los que conformaron la Resistencia en Francia durante la ocupación hitleriana en la Segunda Guerra Mundial.

Fue en Francia, por tanto, donde se comenzó a usar este epíteto para denominar a grupos de guerrilleros de la resistencia francesa contra las fuerzas de ocupación alemanas en la Segunda Guerra Mundial, los cuales se escondían en zonas montañosas o bosques.

La palabra proviene del vocablo francés maquis, que viene a su vez del corso y del italiano macchia y equivale a paisaje de arbustos, matorrales…

La expresión francesa prendre le maquis es equivalente a la italiana darsi alla macchia​ y a la española echarse al monte. A los resistentes encuadrados en estos campamentos se les llamó maquisards. La voz maquis es el apócope de este término francés.

La denominación maquis se la trajeron de vuelta a España, en octubre de 1944, las partidas armadas de aquellos republicanos que trataron de ocupar sin éxito el valle de Arán (Lérida), en un intento de que en la fase final de la II Guerra Mundial los aliados no reconocieran al régimen de Franco.

Se produjo la formación de una importante partida guerrillera cuyo objetivo primordial sería la ocupación en octubre del valle de Arán para que la caída de las primeras nieves hiciera impracticable la contraofensiva de las tropas franquistas del general Moscardó.

La operación necesitaba de diversas operaciones de distracción, con ataques en otros puntos distantes de la frontera. Así, en Navarra se registraron internadas de los maquis y tiroteos entre el 4 de octubre y primeros de noviembre de 1944 al norte de una línea que uniría Lekunberri con la sierra de Leire.

Muchos de sus integrantes murieron o fueron detenidos (lo que en muchos casos supuso igualmente la muerte), mientras que otros escaparon a Francia.

Tras la ofensiva de 1944 la actividad del maquis en Navarra fue bastante escasa y muy esporádica.

Operación Reconquista

Al ser liberada Francia en agosto de 1944, el PCE comienza a vislumbrar un plan de intervención directa en España.

Evidentemente hay una razón exógena al problema español: la esperanza de que los aliados ayuden a derribar el régimen franquista.

Se formó una organización política, UNE (Unión Nacional Española), que canalizaría la estrategia política, las líneas maestras de la operación y una fuerza guerrillera, el maquis configurado y estructurado militarmente en la AGE (Agrupación de Guerrilleros Españoles).

La operación en principio se planificó sobre una estrategia muy concreta: la penetración se llevaría a cabo en pequeños grupos.

La operación central debía tener lugar en el Valle de Arán pero antes se intentaría pasar por la frontera navarra para planear el despiste y desorganizar el ejército franquista, de esta manera Arán quedaría desguarnecido. El objetivo estaba claro: intentar penetrar y llegar a todos los rincones posibles de España con el fin de establecer núcleos de resistencia y conectar con grupos locales de guerrilleros del interior ya establecidos y así provocar la insurrección nacional y cambiar la relación de fuerzas.

Tras diversos combates y enfrentamientos, los guerrilleros derrotados se retiraron de vuelta a Francia.

Para más información: Roda Hernández, Francisco. El maquis en Navarra (Revista Principe de Viana 0189).

2. Zona 1:

• Uscarrés

“En Oiate hubo tiros y ahí desaparecieron (los guerrilleros) ”. Carmelo Aznárez Artazcoz.

“En Oronz tuvieron a cómplices, apagaron las luces para que salieran los maquis y les dieron comida”. Gloria Goyena Lusarreta.

• Iziz:

“Encontraron a un maqui herido y el pastor que lo encontró fue a buscar a los militares para avisarles”. Javier Compains.

“El pastor se encontró con una camilla ensangrentada, pero no tuvieron rastro alguno del maqui, no se volvió a saber nada de aquel maqui ni si estaba muerto o se lo llevaron herido”. Id.

“No se les tomó por gente del bien precisamente, ellos vendrían a lo que vendrían, probablemente venían engañados que todo iba a ser liso y llano, si no, alguna esperanza tendrían”. Id.

“Eran todos catalanes, aragoneses que se habían ido cuando la guerra, después habrían huido y a lo mejor tendrían buenas impresiones de qué podía pasar…”.Id.

“Los que pudieron habrían escapado. Mucha gente la mataron, en Vidángoz mataron a uno también, incluso a un teniente de la guardia civil”. Id.

• Sarriés:

“Había soldados en Ochagavía y una persona les aviso que había visto en la borda uno (un maqui)”. María Sanz Iribarren

“Bajaron los soldados y durmieron aquí en las casas. A la mañana, al hacer de día se fueron allí, a la borda esa. Rodearon la borda y tiraron una bomba para que saliera”. Id.

“Mi padre me contaba que un día estaba con las vacas en el caserío. Estaba atardeciendo, vio ambas personas bajar al caserío y se fue corriendo para casa muy asustado. Los maquis les pidieron un favor: si les dejaban un pajar o algo para pasar la noche. Ellos accedieron pero, muy atemorizados, decidieron dormir todos en un cuarto; a la mañana siguiente, estaban muy agradecidos, y pues no tenían nada más que darle las gracias”. José M^a Asín Iribarren.

Resumen zona

Muchas personas decían que los maquis eran malos y que venían a hacer el mal ya que mataban a personas inocentes; a la mayoría les incomodaba su presencia por los problemas que traía; pero hubo incluso gente que los ayudó y colaboró con ellos (testimonios sobre Oronz). La gente se veía involucrada en dejar que los militares durmieran en las casas. En alguna ocasiones, los soldados o guardias civiles abrían fuego en las bordas para sacar a los maquis que las ocupaban. Todavía quedan recuerdos de la época tan movida y conflictiva.

3. Zona 2:

• Oronz:

“El primer encuentro que tuve con ellos fue en la finca donde trabajabamos. Estaban en frente, en el medio del monte”. Juan Luis Pena Barberna.

“Cuando llegué me dio como un poco de miedo tantas personas.

Fusiles, había de todo”. Id.

“Me paré a hablar con ellos y uno de ellos me dice: `Venimos a matarlo a Franco, nosotros somos los maquis de Francia´. Id.

Historia de cómo se llevó la guardia civil a su padre:

“A las cuatro de la tarde aparecieron los guardias”. Id.

“Le dijo un guardia: `Vengo con la orden de detenerlo´

`Nos hemos dado cuenta de que han pasado los maquis por Oronz´. Id.

“Mi padre me miró cuando se iba y ahí me dejó”. Id.

• Igal:

“Los maquis a mi padre lo cogieron ahí”. Manuel Jáuregui Goyena.

“Estábamos ahí en el monte y lo cogieron. No lo mataron porque Dios no quiso”. Id.

“Lo dejaron ahí por Ustes”. Id.

“Entraban a las bordas y tomaban los terneros, los mataban”. Id.

“Yo los veía desde la borda”. Id.

“Mataron aquí a un tendiente (los maquis)”. Id.

“Sí, hubieron maquis y algún tiroteo por ahí”. Fermín Semberoiz Braco.

“Se esparcieron, unos se habrían ido para Francia y otros no se dónde. A uno de aquí también lo llevaron, lo tuvieron 3 días ahí para que se les enseñara el camino por donde querían marchar”. Id.

“A este pueblo habían llegado como 500”. Id.

• Ibilcieta:

“Los maquis eran hombres como con barbas”. Asunción Goyena

“Esa vez vinieron a una borda, la borda del Marcos, Marcos estaba allí pero no le dejaban bajar para que no avisara, pero alguno de Izal los vio que estaban allí y avisó a la Guardia Civil. Subieron un montón de militares armados y los cogieron allí en la borda, luego los bajaron aquí (Ibilcieta)”. Javier Sanz.

• Güesa:

“Pasaban entre Igal y Vidángoz, y a la gente que se encontraban por el monte les obligaban a ir con ellos. Los agarraban y no se si los apuraron mucho, pero ya los dejaban”. Eustaquio Sanz Iriarte.

Resumen zona:

La guardia civil se llevaba a personas porque había maquis en el pueblo y los mantenían por un tiempo allí prisioneros.

Los maquis estaban en las bordas con fusiles y otras armas. Las personas que recuerdan esto, al ser muy pequeños, tenían mucho miedo.

Llevaban personas de los pueblos para que se les enseñara el camino. Para tener comida, agarraban los terneros de las bordas y los mataban para después poder comer. Las personas en ocasiones eran sorprendidas por los maquis en sus bordas y no les dejaban bajar, para que así no pudieran avisar a los militares, pero en muchas ocasiones no les sirvió de mucho, debido a que personas externas los veían y avisaban.

4. Zona 3:

• Jaurrieta:

“Por Francia entraron aquí”. Tomás Adot Almería

“Fueron a la casa del alcalde. Iba con ellos alguna persona de aquí de la zona de guía y conocía todo. Fueron a casa del alcalde, había jamón y todo eso. Fueron a esa casa y al sirviente que tenían le hicieron preparar comida y se guardaba para el verano todo eso”. Id.

“Les quitaron todo eso y cenaron aquí encima del puente en un pinar que hay, ahí se refugiaron… No se si entonces había unos 200 o algo así contaban”. Id.

“Se enteraron del atraco que habían hecho, ahí esa misma tarde había guardia civil y aquí también y fue uno a la casa del cabo primero (que era de los más importantes). Estaban sorteando servicio y llegó un maqui con una metralleta, llamó a la puerta y bajó la mujer del cabo y preguntó por él (por el cabo).

Subió él mismo a la casa del cabo y entró a la habitación donde estaban, había 7 o algo así solía haber… Dijo el maqui: `Alto, manos arriba´ a los guardias, y el cabo dijo: `Manos a la pistola´. Se refugiaron por debajo de la mesa y empezaron a los tiros, al cabo le pegó en el ojo y lo perdió. No hubo muertes ni nada, pero si un tiroteo en la casa del cabo y esa noche la hicieron ahí después de comer las reservas del alcalde.

A la mañana siguiente ya había un movimiento aquí, ya se habían enterado las fuerzas de ejército y habían camiones para localizarlos, pero ellos estaban ahí refugiados en ese monte y todo era carretera y no dejaron pistas y veían como pasaban los camiones de los soldados y todo eso… Si hubiesen querido los hubieran liquidado a todos, pero estos se ve que querían pasar al centro con el mayor secreto posible, más discretos para que no se alarmara la gente“. Id.

“¿Qué recuerdo tengo? Pues yo muy pequeña era, pues vi que no nos dejaban salir de casa porque había mucho jaleo y nos escapamos.

Bajaron en una caballería, bajaron dos, dos muertos, uno en cada lado… Pues fíjate qué miedo tuvimos, pasamos más miedo nosotras… Pero me acuerdo que bajaron en una caballería que había maquis, no sabíamos entonces qué eran” Elena Goyeneche.

“De los maquis, yo verlos personalmente no lo recuerdo”. Enrique Goyeneche Iroz.

Ezcároz:

“Éramos jóvenes cuando vinieron los maquis. Un día tuvimos que bajar las vacas al pueblo, tuvimos que bajar todos, como 15 vacas. A una compañera mía, Esther, que estaba con las vacas allí en la borda, le llegaron cuatro o cinco hombres, y la dejaron descalza para que no pudiese andar y así poder dar parte. Luego, encontraron que en las bordas había estado gente cuando estaban vacías”. Petronila Alzueta.

“¡Claro que había maquis! Había rojos, estaban camuflados, porque ya sabía lo que le pasaba, no se declaraban, estaban ocultos todos”. Gabriel Barber.

“Los maquis, si, les teníamos mucho miedo, resulta que cuando la guerra andaba por ahí , no los llegamos a ver pero anduvieron por los montes”. Alejandra y Milagros Villanueva Udi.

Resumen zona:

Hay muchas personas que recuerdan los sucesos muy bien, hasta recuerdan la fecha de lo sucedido. Cuentan como los maquis solían sacar comida de otros para poder sobrevivir. Por otro lado, también recuerdan cómo había mucho movimiento de militares y cómo normalmente los maquis solían agarrar a una persona al azar para que les enseñara el camino, a veces los mataban y otras veces no, a esto lo recuerdan como unos días de miedo. Hay personas que solo escucharon hablar del movimiento guerrillero, sin embargo otros y otras lo vivieron, vivieron los momentos de tensión, al ver cómo estos eran prófugos y eran perseguidos por guardias civiles y militares. Algunas personas tuvieron que hacer cosas para evitar ser retenidos o incluso ser asesinados.

5. Zona 4:

• Otsagabia:

“En el monte del pueblo ahí mataron los guardias a un maqui”. Remigio Echeverría Juandeaburre.

“Una noche hicieron apagar todas las luces del pueblo. Todos los hombres que tenían escopeta tenían que salir”. Victoria Contín Beope.

“Me acuerdo que estábamos aquí todos los hermanos solos, y mi madre estaba en Irati, porque mi madre solía ir a Irati, para estar con el padre, porque ya tendría cincuenta años, y allí estuvieron los maquis, vivieron rodeados de maquis”. Maritxu Tellechea-Marisol Tellechea.

“Mis padres tenían una borda en Zatoya, cerca de Cuatro Bordas, y mayormente yo me encontraba sola, pero ese día estaba mi padre conmigo. Entonces, una noche llegaron dos señores, a decir que mi padre les tenía que acompañar para enseñarle el camino de Francia, yo le decía que no fuese. Después no se supo nada más de ellos, a los días otros se habían perdido en el monte de Udi y lo mismo, querían saber el camino de Francia. Solíamos pasar miedo, porque mayormente estábamos solos, nosotros solo vimos a cuatro, que estaban perdidos, y nos dieron mucha pena, pero después no vimos más”. Elena Ballent Urrutia.

“En el monte de Udi, pasaron la noche cuatro personas, tres hombres y una mujer, nos levantamos a la mañana, y llegaron todos mojados, de mala manera, de unas pintas… Nos pidieron que si les dábamos algo de pan, y les dimos pan y un poco de longaniza, birica, y querían que mi padre les enseñase el camino a Francia, pero él no se atrevió, desde la borda les dijo para donde había que ir. Iñaki, el padre de Karmele, se juntaba una cuadrilla en un corral para estar allí, porque los maquis se llevaban en las bordas, a un señor de Ochagavía lo mataron, se le presentaron dos maquis en su borda y en frente de su hijo de catorce años le pegaron dos tiros y lo mataron, a otro lo dejaron en la puerta del corral boca a bajo con un tiro en la espalda, y otro se escapó”. Alicia Ballent Urrutia.

Izalzu:

“Los maquis…, sí…, fue en el cuarenta y cinco, el cuatro de octubre. Aparecieron los maquis, allí en el Castillo de Laza, y mi familia estaba frente al Castillo sacando patatas, y dicen que veían a mucha gente, todo el día un jaleo de gente, cargaban a los machos, y estaban asi todo el día, subían y bajaban, nadie le decía nada, pero uno que se quedaba en casa, le dijo a un militar que adónde iban, a lo que ellos les dijeron que a dar un paseo, cuando no era así, sino que tenían un aviso de que había mucha gente. Subieron por la ladera, por un camino que llevaba a una borda que estaba casi enfrente de Laza, que le llamaban a esa borda “Larriaga”, pues fueron allí a donde los maquis, y mataron a dos, a un policía y a un guardia, los demás que eran cuarenta, se escaparon para la montaña. Luego anduvieron por ahí, se fueron más cara para abajo, y las crías pasabamos mucho miedo, porque veías pasar la gente y nosotros recordábamos lo que nos decían nuestros padres: `Si véis gente, esconderos, para que no os vean´, y así solíamos hacer”. Pilar Arguindegui.

“Los maquis no vinieron a hacer mal aquí, si hubiesen querido nos matarían a todos”. Antonio Adot.

“(Los militares) No salieron del pueblo y luego, el primer día que salieron, se metieron en jaleo, y luego a cualquier lado que tenían que ir, si los buscaban (a los guerrilleros) tenían que ir dos guías del pueblo para enseñarles el monte”. Pilar Arguindegui.

“Mataron a un policía que se lo llevaron prisionero, de aquel no se supo”. Id.

Resumen zona:

Las personas que han vivido el tiempo de los maquis tienen diferentes pensamientos sobre estos; sin embargo, todos van para un mismo sentido, debido que los los maquis no eran los mismos. Algunos hicieron el bien, o pidieron ayuda de buena manera, sin embargo otros hacían el mal para impedir ser atrapados, hicieron actos innombrables, llegaron al punto de matar incluso a personas inocentes aparte de a soldados y guardias. Lo que podemos decir de estos movimientos guerrilleros es que trajeron consigo mucho temor, pero a su vez algunos de ellos con su buena educación e ideales lograron conmover a algunos corazones.

Muchas de las personas no tienen recuerdos sobre los maquis, eran muy pequeñas de edad y no entendían ni sabían qué pasaba.

Algunas personas decían que los maquis no buscaban hacer daño mientras que otros piensan lo contrario.